1953, New York, NY. Archivo Vivian Maier. Referencia: vm1953w03395-03-mc.
He aquí una historia de película.
Vivian Maier (NY,1926-Chicago, 2009) fue una fotógrafa estadounidense cuyo magnífico trabajo ha sido descubierto y reconocido recientemente tras su muerte. Nació en el Bronx, de madre francesa (María Jaussaud) y padre austríaco (Charles Maier), aunque se sabe que a la edad de cuatro años su madre y ella fueron abandonados por su padre. En ese momento comienzan a compartir piso con una pionera de la fotografía, la retratista Jeanne Bertrand, e inician una vida que transcurre a caballo entre Francia y Estados Unidos.
Hacia 1949, todavía en Francia, Vivian comienza a hacer fotos de retratos y paisajes de los Alpes con una modesta Kodak Brownie, con una única velocidad, sin control de foco ni diafragma. En 1951 regresa definitivamente a Nueva York y es en este momento cuando se convierte en la niñera de los pequeños de una familia de Southampton. Instalada y con trabajo estable, al año siguiente se comprará una Rolleiflex, iniciando lo que hoy en día se conoce como uno de los trabajos fotográficos más personales, intensos y magníficos sobre la sociedad y las calles de la Norteamérica de los años 50 y 60 (Nueva York y Chicago).
La historia podría acabar aquí de no ser porque Vivian Maier apenas reveló unas cuantas fotos de las que hacía. No tenía dinero ni medios suficientes para hacerlo. Sólo cuando el joven John Maloof compró en 2007, en una subasta por apenas 380 dólares, un archivo de fotografías sobre Chicago olvidadas en un almacén, pudo comenzar a conocerse su maravilloso trabajo. Inicialmente Maloof lo desechó para su investigación sobre Chicago, así que decidió revelar una parte y revenderla en Internet. Fue entonces cuando el reputado crítico e historiador de fotografía Allan Sekula se puso en contacto con él para evitar que siguiera dispersando aquel material prodigioso y lleno de talento. Maloof, consciente del tesoro rescatado prácticamente de la basura, empezó un minucioso trabajo de investigación, recuperación y protección del archivo de Vivian Maier. En noviembre de 2010 se habían escaneado 10.000 negativos y tenían pendientes de escanear otros 90.000
Los disparos de Maier fueron, de alguna manera, fotografías de alguien que no ve con los ojos a través de la cámara, sino con el sentimiento y la intuición. Algo parecido a un fotógrafo ciego o un compositor sordo. Maier retrató una sociedad que no se entiende sin su espacio urbano, de ciudades y calles que no se comprenden sin sus protagonistas. Vidas pobres o ricas, alegres o tristes, infantiles y ajadas, todas ellas indisolublemente unidas a las calles que las moldean, en construcción, periféricas o céntricas, configuradas con edificios de pequeña o gran escala, iluminadas o en sombra, cubiertas o descubiertas, desiertas o abarrotadas… La fotografía de Maier es la de alguien que entendió los acontecimientos fenomenológicos de la ciudad y su arquitectura, de sus rincones y grandes espacios. Niños jugando en la calle con una boca de incendio escupiendo agua, presentaciones estelares de películas en Broadway en las que los actores se mezclan con un público anónimo, grandes carteles publicitarios de neón a modo de fachadas contemporáneas, ciudadanos paseando bajo un Manhattan nevado,…
Frente a fotógrafos como Stoller o Shulman, más vinculados a una arquitectura y ciudad fotografiados al margen de cualquier episodio temporal o social, Maier enriquece esa escuela de poetas de la luz que durante el siglo XX inmortalizaron las relaciones entre una sociedad convulsa y las ciudades que fueron hogar de millones de vidas. Vidas anónimas en la encrucijada de un espacio público que, siempre, sin excepción alguna, se retrata como un personaje. Un personaje más sin el cual es imposible entender cada una de las historias que, por vivir donde vivieron y por encontrarse durante un sólo instante con Henry Cartier-Bresson, Robert Doisneau, Garry Winogrand o Vivian Maier, pasaron a ser inmortales.
Como las ciudades que los inspiraron.
P.D. Recomiendo visitar la página oficial de Vivian Maier mientras se escucha cualquier obra de George Gershwin, compositor nacido en Brooklyn. Como por ejemplo, Rapsody in blue.
Asier Santas.
June 1954, New York, NY. Archivo Vivian Maier. Referencia: VM1954W02925-12-MC.
March 18, 1955, New York, NY. Archivo Vivian Maier. Referencia: VM1955W03421-08-MC.
September 26, 1954, New York, NY. Archivo Vivian Maier. Referencia: vm1954w02955-12-mc.
Undated, Chicago. Archivo Vivian Maier. Referencia: vm19xxw03095-09-mc.
genial artículo,…impresionante historia y gran documentalista de su época, pero si me permites, en la esencia del fotógrafo esta captar el momento que ya no existe, no en ver las fotografias que uno toma, por lo que no la compararía con un «fotógrafo ciego ni con un compositor sordo» sino todo lo contrario,…aunque hoy sea muy dificil de entender debido a la fugaz inmediatez de todo
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