Las visualizaciones funcionales son algo más que novedosos análisis estadísticos y algoritmos computacionales. Deben tener sentido para el usuario y demandan un sistema de lenguaje visual que utiliza color, formas, líneas, jerarquías y composición con el objeto de comunicar con claridad y de manera adecuada, como lo hacen las lenguas alfabéticas utilizadas en todo el mundo por los seres humanos (Matt Woolman).
Los avances tecnológicos de las últimas décadas han permitido una aproximación a la complejidad urbana basada en el procesamiento de ingentes y crecientes cantidades de información. La dificultad de abarcar la inteligibilidad de los acontecimientos urbanos ha sido una de las causas que, demasiado a menudo, han provocado lecturas o propuestas en las ciudades erróneas o parciales. En el mejor de los casos, escasas de compromiso o triviales. No obstante, el empleo de herramientas como los Sistemas de Información Geográfica (GIS/SIG) o procedimientos comunitarios vía web permiten trabajar desde posiciones más fructíferas y operativas.
Aún y todo, el instrumento más importante para poder utilizar eficazmente grandes volúmenes de datos no se basa exclusivamente en su organización y procesamiento, sino en una herramienta más escasa y preciada: la creatividad. Me explicaré con dos ejemplos, los ya mencionados SIG y el proyecto Visual Complexity.
Los primeros son sistemas completamente implantados en disciplinas como la salud pública, la ordenación del territorio, el urbanismo o el transporte, sirviendo para la organización, almacenamiento, manipulación, análisis y modelización de grandes cantidades de datos. Habitualmente vinculados a una referencia espacial o mapa, facilitan la incorporación de aspectos sociales-culturales, económicos y ambientales mediante la representación de objetos y realidades tales como viario, transportes, topografía, calificación del suelo, características geológicas, edificación… Cada campo se refleja en capas que pueden configurarse como visibles o no, trabajando por lo tanto con superposiciones alternativas según la confrontación deseada.
Sin menoscabo del potente valor de la información SIG, proyectos como Visual Complexity presentan visualizaciones de la realidad cuyas características principales son tanto el modo de su re-presentación cuanto, precisamente, la dificultad por hacerlo derivada de la naturaleza de los datos. Mapas de conocimiento, de tendencias de Tokio, mapeos de rutas personales dirigidas por gps, condiciones del tráfico en Google Maps, mapa de tarifas de transporte público de Karlsruhe, incluso el mapa internacional de la red de cables de 1924 o el mapa de los hoteles de NY mejor conectados a la red de transporte público, son ejemplos cuyo valor reside no tanto en la cantidad de información contenida cuanto en la manera de representarla. Visualmente atractiva e instructiva, de modo que una primera y rápida lectura es suficiente para la comprensión de lo que se quiere transmitir.
Muchos de los trabajos recogidos en Visual Complexity pertenecen a artistas, diseñadores o creativos virtuales. No pretenden competir con grandes bases de datos pero sí con su diseño. Diagramas de movimientos, capas temporales, densidades de uso de determinados espacios urbanos son, entre otros, trabajos difícilmente localizables en los sistemas habituales de información. Los elementos de representación y composición son los mismos (líneas, colores, tramas, letras, mapas y planos…), pero los modos de empleo distan mucho entre sí. Porque aquéllos entienden que, frente a la representación masiva, aséptica y objetiva de los SIG, más a menudo de lo que se cree es conveniente recurrir a gráficos selectivos, instrumentales y subjetivos, ensamblados mediante un proceso alquímico sólo posible gracias al trabajo creativo del diseñador. De modo que el resultado son representaciones en las que reside la capacidad de expresar y desvelar inmediatamente debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de los complejos entornos analizados. Incluso pueden ser calificadas como producciones artísticas en tanto que manifestaciones de la realidad humana. Como dice el arquitecto Manuel Lima en relación a estos sistemas de información, el todo es más importante que la suma de las partes.
Asier Santas.
Representación SIG
Proyecto Visual Complexity
Mapa de tendencias de Tokio 2009
Diagrama de los clubes de fútbol que conectan el mundo
Mapamundi con los cables internacionales (1924)
Mapa de Chicago con las zonas utilizadas por corredores
Capas analíticas superpuestas de Brooklyn. Trabajo de alumnos ETSAUN.