En todo campo creativo, suele ser habitual el recurso a guías o referencias de actualidad que estimulan la imaginación y la originalidad del diseñador. Para el estudiante de arquitectura alumno de urbanismo, habituado a asignaturas proyectuales, ésta es una situación no infrecuente.
Siendo esto cierto, conviene recordar que en cuestiones urbanas el arquitecto no se encuentra solamente ante un problema de diseño, sino sobre todo ante el reto de concretar –desde su aportación específica, desde la forma– las condiciones de construcción de la ciudad. De ahí que, más que de proyecto urbano, en ocasiones sea más propio hablar de estrategias o de metodologías urbanas.
Para la docencia del urbanismo (y más aún para la docencia de proyectos integrada, DPI) es siempre bueno trabajar desde un caso de estudio, que ayude a materializar y dar forma a los planteamientos teóricos. Pero no es menos cierto que, independientemente de la escala de que se trate, el urbanista, a diferencia del proyectista, se enfrenta a un programa abierto, muchas veces indefinido, y a la necesidad de armonizar intereses variados – ¡y legítimos! – de distintos propietarios, de la ciudadanía y de la administración.
Publicaciones urbanas de 2018 centradas en diversas propuestas metodológicas: master planning, urbanismo colaborativo y patrones de sostenibilidad. [1] [2] [3]
En este sentido, la reciente proliferación de publicaciones ligadas a propuestas de metodología urbana, como las de Gehl Architects, Paisaje Transversal o Douglas Farr, bien merece un comentario. Bajo términos como frameworks (marcos conceptuales), patterns of change (catalizadores del cambio) o design guidelines (orientaciones de diseño), se presentan unas recomendaciones más ligadas al procedimiento que a la forma en sí misma. De este modo, y aun presentando realizaciones concretas, los autores evitan caer en la trampa del recetario o la falsilla, una tentación común a muchos manuales universales y definitivos.
No hay que olvidar que el urbanismo es más una ciencia social que una disciplina creativa o vinculada con el diseño. Basta con navegar por la Web of Science o con indagar en la adscripción temática del área Urban Studies para comprobarlo. Así se constata, por ejemplo, en los diferentes tejidos urbanos históricos: dan respuesta a las necesidades sociales, por lo que su clave de lectura es, antes que un producto ofrecido por el arquitecto, la expresión formal de un modo de vida.
Puede parecer una obviedad, pero hay que recordar que no es lo mismo proyectar ciudad en Los Ángeles que en Lisboa, por poner dos contextos recientemente analizados en la asignatura Urbanismo III. Como no es igual definir un tejido urbano en la Lisboa de los años noventa que en la Lisboa actual.
Ciudades europeas vs ciudades americanas: manual de criterios para áreas residenciales sostenibles (2007), y prontuario de diseño para barrios de baja densidad (2014).
Este es, a mi entender, el enfoque con el que hay que acercarse a otras valiosas contribuciones, hijas de su tiempo y de su geografía, como son la guía de criterios de diseño para Construir Ciudad en la Periferia [4], de Ramón López de Lucio, o el manual Site Design for Multifamily Housing [5], de Nico Larco. Por cierto, ambos profesores visitantes en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra durante este curso académico 2018-19.
Bajando a una escala menor, no quiero terminar sin citar la colección de guías de diseño urbano de la National Association of City Transportation Officials (NACTO). Se trata de un conjunto de recomendaciones técnicas ligadas al viario y la movilidad urbana, como se puede apreciar en la ambiciosa Global Street Design Guide [6].
A modo de conclusión, cabe resaltar que las publicaciones aquí reseñadas coinciden en dos puntos significativos: en todas prima el carácter metodológico por encima del recopilatorio (lo que no impide que se incluyan puntualmente casos de estudio de buenas prácticas urbanísticas), y en todas se prioriza la dimensión cuantificable como modo de evaluar el impacto y éxito de los ejemplos propuestos.
No en vano – como señala Rafael Moneo en el prólogo de Visiones Urbanas (un brillante conjunto de ensayos que aborda el reciente cambio de paradigma en torno a la ciudad) –, el urbanismo como disciplina se resiste a toda sistematización.
Juan Ramón Selva Royo
[1] GEHL ARCHITECTS (2018). Master Planning Frameworks. Gehl Making cities for people. 52 p.
[2] PAISAJE TRANSVERSAL (2018). Escuchar y transformar la ciudad: Urbanismo colaborativo y participación ciudadana. Ed. Los Libros de la Catarata. Fundación Arquia. 128 p.
[3] FARR, Douglas (2018). Sustainable Nation: Urban design patterns for the future. Wiley. 400 p.
[4] LÓPEZ DE LUCIO, Ramón (2017). Construir ciudad en la periferia: Criterios de Diseño para Áreas Residenciales Sostenibles. Ed. Mairea. 112 p.
[5] LARCO, Nico; KELSEY, Kristin & WEST, Amanda (2014). Site Design for Multifamily Housing: Creating Livable, Connected Neighborhoods. SCI, University of Oregon. Island Press. 162 p.
[6] GLOBAL DESIGN CITIES INITIATIVE (2016). Global Street Design Guide. NACTO. Island Press. 426 p.
De arriba a abajo, extractos de los manuales Sustainable Nation: urban design Patterns for the future, Gehl Services/Public Life booklet, y Global Street Design Guide.